El agua del sistema de lavado (1) circula hasta la fase de tratamiento biológico (3) después de pasar por el colector de lodo que sirve para la decantación primaria (2). Esta se transforma en un tanque de reacción biológico mediante un sistema de ventilación (4) y la aplicación de un sustrato. Transcurrido poco tiempo empieza a ser colonizada por potentes microorganismos. Los hidrocarburos, los detergentes y los componentes orgánicos se separan de las aguas residuales del sistema de lavado. Un ventilador (5) aporta el aire necesario. El agua limpia por el método biológico se bombea hacia el decantador lamelar (6), que sirve para la clarificación. El agua con los restos de lodo pasa por el decantador lamelar. Las partículas de lodo se sedimentan en las lamelas y periódicamente se conducen al colector de lodo (7). El agua limpia en tres fases continúa hacia el colector de agua industrial (8). Del depósito colector se bombea hacia el sistema de lavado (9). El agua sobrante se elimina en el pozo de recogida de muestras o en el alcantarillado (10) (funcionamiento según el anexo 49 del Decreto de aguas residuales).